En un 30 por ciento de los países se circula por el lado izquierdo y en el resto por la derecha, como Colombia y la gran mayoría del mundo. Pero hay dos cosas en este reparto del tráfico: una es rodar por la parte izquierda de las vías y la otra es sentarse con los mandos en la parte derecha de la cabina.
En Inglaterra y todas sus herencias culturales en sus colonias y en países tan incidentes como Australia y Nueva Zelanda, además de Japón, Tailandia, Nepal, Bután, Mozambique, Surinam, Timor e Indonesia, ruedan por la izquierda.
Hay muchas historias sobre esta disposición y la más remota se traslada la época de los caballeros que se batían con lanzas desde sus monturas.
Como la mayoría eran diestros, manipulaban mejor las armas cruzándose en el sentido “inglés”. Probablemente los orígenes del antagonismo vial provienen de esos lances y del manejo de las carretas, además de inciertas tesis como que el carril izquierdo era para los carruajes y el derecho para los de a pie, y se abolió esa división en sentido contrario. O que Napoleón llevó con la marcha de sus tropas esa norma y la extendió por Europa, salvo en Suecia, donde hasta 1967 se circuló a la inglesa.
Sin embargo, a comienzos del siglo pasado no era tan clara la ruta y del popular modelo T de Henry Ford se hicieron muchos miles con el timón a la derecha en Estados Unidos.
Para nuestra enorme mayoría de conductores es impensable sentarse a manejar en el puesto derecho, y claro que eso es muy peligroso cuando el tráfico fluye en el sentido contrario y hacer los sobrepasos es sumamente complejo. Pero no hay normas acá, ni en el mundo, que sepamos, que prohíban el manejo del auto desde el asiento cambiado. Cada quien se acomoda y aprende a mirar y cuidar el lado contrario. De resto, en el manejo todo es normal porque los pedales van en la misma disposición y la palanca de cambios está en el mismo sitio.
Acá viene una explicación que, en principio, suena en contravía. Siendo diestras la mayoría de las personas, pensando en los autos de caja mecánica que poco a poco van a diluirse, mucho más lógico sostener el timón con la mano derecha que tiene más fuerza y precisión para cualquier maniobra direccional, y hacer los cambios con la izquierda, operación que no es crítica ni requiere reacciones inmediatas.
Muchos de los carros de competencia son así, además porque al sentar al piloto a la derecha de la cabina, el peso queda en el interior de las curvas, ya que la mayoría de los circuitos tiene un sentido de giro como las agujas del reloj y, por ende, más curvas derechas que izquierdas. Esa razón del peso también aplica en sentido opuesto en las carreras de óvalo, donde el piloto va izquierdo para repartir mejor los kilos y, además, alejarlo de las paredes en casos de choques.
https://www.motor.com.co/industria/Por-que-a-la-derecha-es-el-derecho-20240808-0001.html
Por Revista Motor- 08 de agosto de 2024
